Reflexiones sobre la reforma de la constitución española.

Aprobada mediante referéndum el 6 de Diciembre de 1978 , en ella se establece una organización territorial basada en la autonomía de Municipios, Provincias y Comunidades Autónomas,^[] rigiendo entre ellos el principio de solidaridad .

 Pese a esto, ciertas comunidades autónomas  gozan de privilegios al amparo de su consideración como comunidades “históricas” manteniendo derechos forales, adquiriendo competencias de las que otras no “gozan” o incluso asignándose un “cupo” propio en su financiación, anteponiendo sus privilegios al llamado principio de solidaridad con el resto del estado.

Una vez dicho esto y con el  fin de centrar el asunto. Queremos llamar la atención sobre la prisa  con que parecen querer tomarse los principales partidos politicos de carácter estatal su reforma .

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Una prisa que lejos de implicar en esta reforma el aumento de valores superiores del ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad  y  el pluralismo político. Da la espalda  al principio de soberanía popular negando para dicha reforma un referéndum.

Esta vieja constitución fue votada por menos del 40% de la actual población del estado, Solo aquellos  ciudadanos con una edad actual superior a 50 años fueron consultados con tal fin, siendo los resultados de dicha consulta en cualquier caso preocupantes: el 33% del censo se abstiene y por esto los síes (15,7 millones) significan un 58% del censo total y los noes (1,4 millones) un 8%. Siendo mayoritario el NO en la

comunidad autónoma del “País Vasco”

A quien puede extrañar pues la cada vez mas creciente desafección a la carta “Magna”

 Incluyendo en esta desafección a su máximo garante “La Corona”.

La pretendida reforma dice así:

“El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros.” – Nueva Constitución Española

 

Este párrafo del nuevo Artículo 135 de la Constitución Española pactado por el PSOE y PP debería ser refrendado en las urnas por el pueblo español al consagrar una cesión de soberanía política sobre la que se debería consultar al conjunto de los españoles y que supondrá a buen seguro una creciente perdida de derechos sociales , más cuando la cesión se hace a un ente que sufre como ninguno de déficit democrático y nadie sabe lo que es ni lo que será de el.